Mostrando entradas con la etiqueta Caricias. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Caricias. Mostrar todas las entradas

domingo, 6 de julio de 2025

Beneficios científicamente demostrados de acariciar a tu gato: 10 minutos para transformar tu salud

¿Sabías que dedicar solo 10 minutos al día acariciando a tu gato puede transformar tu bienestar físico y emocional? En este post descubrirás cómo este pequeño gesto puede reducir el estrés, mejorar la salud cardiovascular, fortalecer la mente y mucho más. Acompáñanos en este recorrido por la historia de la ciencia del afecto felino y aprende cómo sacarle el máximo provecho a esos minutos de conexión.

Beneficios científicamente demostrados de acariciar a tu gato

Beneficios científicamente demostrados de acariciar a tu gato: 10 minutos para transformar tu salud

1. Menor estrés: menos cortisol y más oxitocina

Efectos comprobados

Múltiples estudios han visto que 10 minutos acariciando al gato reducen significativamente los niveles de cortisol (la hormona del estrés) y elevan la oxitocina (la “química del apego”). 

En un experimento de la Universidad Estatal de Washington, estudiantes mostraron disminución de cortisol al acariciar mascotas durante 10 minutos. 

Mecanismo

El efecto se da por activación del sistema nervioso parasimpático, que induce calma, y la liberación de oxitocina, que disminuye la ansiedad .

Implicaciones

Menos cortisol significa menor estrés crónico, disminución de la ansiedad e incluso prevención de enfermedades relacionadas con el estrés como insomnio, digestión alterada o depresión.

2. Salud cardiovascular: corazón más fuerte

Acariciar a tu gato no solo relaja, también cuida tu corazón:

Reduce presión arterial y frecuencia cardíaca 

Estudios a largo plazo relacionan la propiedad de gatos con menor riesgo de infarto y accidente cerebrovascular. 

¿Cómo sucede?

La reducción de cortisol y la activación del sistema parasimpático relajan las arterias y mejoran la circulación, ayudando a prevenir enfermedades cardíacas.

3. Beneficios mentales y cognitivos

Bienestar emocional

Tener un gato aporta compañía, combate la soledad y mejora la autoestima 

Interactuar con tu gato activa emociones positivas, reduciendo síntomas de depresión y ansiedad, y fortaleciendo la salud mental.

Estimulación cognitiva

Un estudio de 18 años demostró que el vínculo con gatos disminuye el deterioro en la fluidez verbal en mayores de 50 años.

4. El ronroneo como terapia

Vibraciones sanadoras

El ronroneo (25–150 Hz) puede reducir inflamación, mejorar la circulación y hasta estimular la regeneración de hueso.

Relajación automática

Escuchar al gato ronronear optimiza tu sistema nervioso autónomo, generando calma profunda y reduciendo presión arterial.

5. Conexión social y emocional

Los gatos actúan como puente social: facilitando conversaciones, generando empatía y fortaleciendo vínculos entre personas (familiares, amigos, vecinos) . Además, un gato añade responsabilidad y rutina con efectos positivos en la salud general.

6. Interacción activa y eustrés

Un estudio japonés con 32 dueños encontró que 10 minutos de interacción activa (acariciar o jugar) aumentan ritmo cardíaco, cortisol y oxitocina, generando un "eustrés" positivo. 

Eustrés vs distrés

A diferencia del estrés negativo, el eustrés es un estímulo saludable, que activa el cuerpo de forma controlada, fortaleciendo resistencia física y mental.

7. Recomendaciones prácticas

Duración

Dedicando 10 minutos diarios es más que suficiente para ver beneficios inmediatos (cortisol, presión arterial) y a largo plazo (salud cardiovascular, bienestar emocional).

Técnica selectiva

Masajea zonas que les agradan a los gatos: base de orejas, barbilla y parte superior de la espalda. Conoce más sobre las zonas en las que puedes acariciar a tu gato.

Regularidad y variedad

Integra estos 10 minutos en momentos de calma: tras el desayuno, durante una pausa laboral o antes de dormir. Alterne entre acariciar, escuchar el ronroneo y pequeñas sesiones de juego.

8. Ejemplo de rutina diaria

Momento del día Actividad Duración Beneficio
Mañana → semana laboral Acariciar al despertar 5 min Reduce cortisol matutino, mejora el ánimo.
Tarde → pausa laboral Sesión breve (petting o juego) 5 min Refuerza oxitocina y enfoque.
Noche → relax tras cena Escuchar ronroneo antes de dormir 10 min Induce calma, facilita el sueño.

Conclusión

Acariciar a tu gato durante 10 minutos diarios no es solo un mimo: es un acto con base científica que reduce el estrés, mejora la salud del corazón, refuerza tu mente y optimiza tu bienestar emocional. Desde la liberación de hormonas positivas hasta el efecto físico del ronroneo: tu gato es una medicina natural.

Te invitamos a probar esta rutina amigable con tu salud y la de tu compañero felino: unos minutos que pueden marcar la diferencia.

martes, 3 de enero de 2023

¿Los gatos son cosquillosos? - Cómo saber si a tu gato le gusta que le hagan cosquillas

Los perros y gatos se parecen mucho más a nosotros de lo que pensamos, hasta el punto de que también son cosquillosos. Esta es una sensación que sienten cuando acariciamos determinadas zonas de su cuerpo donde se concentran una gran cantidad de terminaciones nerviosas. Sin embargo, a diferencia de los humanos y los primates, nuestras mascotas no son capaces de sentir todo tipo de cosquillas.

Lee el siguiente artículo para saber si los gatos tienen cosquillas, cómo hacérselas y si les gusta.

¿Los gatos sienten las cosquillas?

Antes de explicar si los gatos son cosquillosos o no, debemos definir qué significa este término. En términos generales, se denomina cosquillas a la reacción o sensación que se produce cuando se frotan o tocan determinadas partes del cuerpo. A nivel fisiológico, podemos decir que las cosquillas son la expresión de señales nerviosas relacionadas con la estimulación de los receptores del tacto y del dolor.

Según lo pronunciadas que sean las cosquillas, podemos hablar de dos tipos:

Knismesis: se refiere a una ligera sensación de cosquilleo provocada por un ligero roce, produciendo una sensación generalmente agradable de picor u hormigueo. Se cree que la knismesis es una reacción del cuerpo para alertar sobre la presencia de insectos o arañas en la piel.

Gargalesis: se refiere al cosquilleo más enérgico que produce risa involuntaria y ocurre principalmente cuando se aplica mayor presión en ciertas áreas del cuerpo. La reacción también tiende a ser más intensa que en el caso de la knismesis.

En general, se cree que todos los animales son capaces de sentir el cosquilleo asociado con la knismesis. La gargalesis, sin embargo, es un fenómeno único en humanos y primates porque es un mecanismo asociado con el juego que provoca una respuesta única en estas especies, la risa. Por lo tanto, los gatos pueden sentir cosquillas, pero solo cuando está asociado con knismesis.

¿Los gatos son cosquillosos? - Cómo saber si a tu gato le gusta que le hagan cosquillas

¿Dónde sienten cosquillas los gatos?

Habiendo establecido que nuestros gatos son capaces de sentir cosquillas, pasemos ahora a explicar qué partes de su cuerpo pueden provocar la conocida knismesis.

Hay tres lugares clave donde se les puede hacer cosquillas a los gatos: la barbilla, las mejillas y la base de la cola, áreas donde los gatos tienen glándulas odoríferas que liberan feromonas.

Es probable que experimente una agradable sensación de cosquilleo al tocar estas zonas, que podemos identificar mediante las señales descritas en el siguiente apartado.

Si quieres saber más sobre cómo acariciar a un gato, lee este otro artículo sobre los mejores lugares para acariciar a un gato.

¿Cómo saber si a un gato le gusta que le hagan cosquillas?

Existen una serie de señales por las que podemos saber si a nuestro gato le gusta que le hagan cosquillas, como por ejemplo:

Ronroneo: un sonido emitido por los gatos y generalmente asociado con una sensación de bienestar, satisfacción y placer.

Amasado: un gatito amasa el vientre de su madre para hacerle saber que tiene hambre y está listo para su leche. Muchos gatos continúan amasando hasta la edad adulta cuando se sienten tranquilos, contentos y con sueño.

Cerrar los ojos: Los ojos entrecerrados o entrecerrados son señal de afecto, relajación y confianza. Si un gato parece que está a punto de quedarse dormido, está relajado y confía en ti.

Por el contrario, cuando las cosquillas son desagradables, los gatos tienden a mover las orejas, tensar los músculos y sacudir la cabeza o las patas. Si no somos conscientes del malestar que le estamos causando, lo más probable es que el animal se aleje de nosotros y, finalmente, nos rasque o muerda para mostrarnos su malestar.

¿Cómo hacerle cosquillas a un gato?

Si quieres hacerle cosquillas a tu gato, primero debes elegir un momento en el que esté relajado y receptivo para disfrutar de estas caricias. Recuerda que las caricias, como cualquier otra muestra de cariño, ayudan a fortalecer el vínculo con nuestras mascotas. Por eso, es importante seleccionar los momentos adecuados para que la interacción sea siempre positiva.

Si crees que tu gato es receptivo, puedes proceder tocando suavemente algunas de las áreas clave que recomendamos en las secciones anteriores. Al mismo tiempo, debes analizar su lenguaje corporal para determinar si a tu gato le gusta que le hagan cosquillas. Si es así, puedes continuar acariciando ese lugar o buscar otros lugares que también le gusten. Debes ir descubriendo poco a poco qué preferencias tiene tu gato a la hora de acariciarlo, ya que cada gato tiene sus gustos.

Zonas a evitar

Por último, es importante que sepas que hay determinadas zonas en las que debemos evitar las cosquillas. Las piernas, el vientre y la cola son usualmente áreas donde a los gatos no les gustan las cosquillas. También es posible que no les gusten otras áreas, según sus preferencias individuales.

Por ello, es fundamental prestar atención a las señales que muestra nuestro gato cuando lo acariciamos y evitar hacerle cosquillas en las zonas que lo ponen tenso o incómodo. De lo contrario, es probable que muestren su malestar dándonos un arañazo o un pequeño mordisco.

domingo, 17 de abril de 2022

¿Por qué a los gatos no les gusta que les toquen la barriga?

La mayoría de los gatos, aunque hay algunas excepciones, son especialmente reacios a manipular la zona abdominal, mostrando incluso conductas agresivas, que incluyen mordiscos y arañazos. No se trata de casos aislados, hay muchos felinos que odian que les toquemos la “panza”.

Si tú también has pasado por esta situación, quizás te preguntes por qué a los gatos no les gusta ser acariciados en la barriga, ¿cómo puedes solucionarlo o qué zonas son más adecuadas a la hora de acariciarlos? 

En este artículo te explicaremos las causas de este comportamiento, el significado de ciertas posiciones corporales y mucho más sobre las caricias y los gatos. ¡No te lo pierdas!

¿Por qué a los gatos no les gusta que les toquen la barriga?

¿Por qué a mi gato no les gusta que le acaricie la barriga?

A pesar de tener fama de ser animales independientes, lo cierto es que los gatos crean vínculos afectivos muy intensos con sus cuidadores. Aparte de dormir, acicalarse o jugar, a nuestros gatos les encanta recibir caricias, sobre todo en el cuello o la espalda. Sin embargo, parece que no le gustan tanto cuando tratamos de acariciarle la barriga. ¿Por qué sucede esto?

La situación suele desarrollarse de la siguiente manera: el gato se estira perezosamente, se pone panza arriba y se deja tocar la barriga. ¡Hasta que muerde o araña! Entonces nos preguntamos qué ha pasado, por qué no le gusta y cómo podemos solucionarlo, pues es una zona de su cuerpo especialmente blanda, que invita a ser acariciada.

¿Por qué los gatos enseñan la barriga?

Para aprender a relacionarnos correctamente con nuestro felino, debemos empezar por aprender el lenguaje corporal de los gatos y entender el significado del gato “panza arriba”. A diferencia de lo que suelen creer muchos tutores, esta postura no es una invitación a las caricias, sino que es una postura que indica cordialidad, bienestar o relajación. Nuestro felino intenta decirnos que se siente cómodo y tranquilo a nuestro lado, algo totalmente positivo, pero no que le vayamos a tocar.

Cuando nuestro gato entiende que hemos ignorado que esa posición no es una indirecta para acariciarlos, empieza a manifestar otros signos de la especie, que vuelven a pasar desapercibidos para nosotros los humanos. Hablamos de orejas hacia atrás, acompañadas de cuerpo aplastado, movimientos de desplazamiento o rigidez.

Como no paramos, el gato aplana cada vez más las orejas, realiza movimientos inquietos con la cola y, finalmente, puede llegar a enseñarnos el pelo erizado, mientras nos araña y muerde. Para nosotros ha sido totalmente inesperado, pero nuestro gato sabe que estamos avisados.

Además, debemos entender que el vientre es una de las partes más vulnerables del cuerpo de los gatos que, a pesar de haber sido domesticados durante siglos, mantienen ciertos comportamientos propios de su pasado. Es por ello que suelen tener un fuerte instinto de supervivencia, prestando atención a posibles depredadores (aunque no existan dentro del propio hogar).

Debajo del vientre, de hecho, se encuentran los principales órganos y el gato sabe que, al mostrarlos, es completamente vulnerable. Esta es otra razón por la que a los gatos no les gusta que les acaricien la barriga, a diferencia de los perros.

¿Deberíamos evitar tocar su vientre?

Debemos entender que cada individuo es poseedor de una personalidad única. Mientras que a algunos gatos les gusta que les toquen la barriga, otros se sentirán totalmente ofendidos por tal manipulación. Por ello es muy importante que nos informemos sobre la comunicación de los gatos y que, además, nos esforcemos por conocer los gustos y el carácter de nuestro felino.

¿Dónde acariciar a un gato?

Además de la barriga, muchos dueños también se preguntan por qué a los gatos no les gusta que les toquen las patas o la cola. Pues bien, de nuevo debemos recalcar que aunque los animales se acuesten de forma agradable a nuestro lado, eso no quiere decir que quieran que los manipulemos y mucho menos de forma excesiva.

En su lugar podemos apostar por acariciar las zonas que tienen una mayor aceptación por parte de los gatos en general, como son el mentón, la cabeza, el cuello y el dorso. También debemos masajear con cierta suavidad, estar atentos a su lenguaje corporal y aceptar que, si no quiere más, se vaya de nuestro lado.

Aunque a la mayoría de los gatos les gusta que los acaricien, prácticamente a ninguno le gusta que les obliguen a permanecer a nuestro lado, acariciándolos. Deben tener la libertad de salir en todo momento y manifestar que algo no les gusta.

domingo, 13 de marzo de 2022

¿Qué significa cuando un gato te deja tocar sus patas?

Los gatos son animales cariñosos a los que les encanta relajarse en el sofá con sus compañeros. Les encanta que les acaricien en lugares como la nuca. A otros les encanta que les rasquen la base de la cola, sin embargo, ¿qué significa que un gato te deje tocar sus patas?

En este artículo de Solo Gatos vamos a hablar sobre cómo conseguir que tu gato te deje tocar sus patas, qué significa cuando te lo permite y algunos datos curiosos sobre las patas de los gatos. ¡Sigue leyendo para aprender más!

¿Qué significa cuando un gato te deja tocar sus patas?

¿Qué significa cuando un gato te deja tocar sus patas?

Datos curiosos sobre las patas de los gatos

Para saber qué significa cuando un gato te permite tocar sus patas y cómo lograr que confíe en ti lo suficiente como para hacerlo, primero echemos un vistazo a algunos datos divertidos sobre las patas de los gatos:

1. Las almohadillas sudan y sirven para marcar territorio

Los gatos sudan principalmente por las patas porque la gran mayoría de las glándulas sudoríparas de los gatos se encuentran en la parte inferior de las almohadillas. Además de las glándulas sudoríparas, existen otras glándulas ecrinas especializadas que producen olores que les permiten marcar el territorio por donde caminan, rascan o amasan. De esta manera, dan a conocer que este lugar ya tiene dueño.

2. Sus almohadillas combinan con su pelaje

Las almohadillas combinan con el color del pelaje y la piel del gato ya que actúa el mismo pigmento. Es por eso que los gatos negros tienen almohadillas negras y los gatos blancos tienen almohadillas rosadas. Si tu gato tiene dos colores diferentes, es muy probable que sus almohadillas también tengan esos colores.

3. Se lavan las patas con frecuencia

Sabemos que los gatos son muy limpios ya que los vemos limpiándose solos a lo largo del día. Se lavan especialmente las patas, ya que sus patas se ensucian después de caminar, correr y saltar. De hecho, algunos gatos se lavan el pelaje o las patas al instante cuando su compañero los besa o los acaricia.

4. Caminan de puntillas

Los gatos son animales digitígrados, lo que significa que en lugar de caminar como nosotros, con los talones y las plantas de los pies, caminan de puntillas, como bailarinas. Solo se sostienen con los dedos de los pies cuando caminan. Esto es natural y cómodo para ellos simplemente por sus cuerpos biológicos y también es beneficioso ya que les ayuda a estar tranquilos y cuidadosos al caminar, correr o saltar, lo que los convierte en animales extremadamente sigilosos.

5. Su pata delantera y trasera se mueven juntas

Al igual que los camellos y las jirafas, los gatos caminan moviendo primero la pata delantera y trasera del mismo lado y luego la misma pero del lado opuesto. Además, con la pata trasera de un lado pisan en el mismo lugar donde la pata delantera dejó su huella, lo que los convierte en caminantes muy precavidos.

6. Tienen una gran sensibilidad en sus patas

Debido a los numerosos nervios y vasos sanguíneos que tienen en las almohadillas de sus patas, un corte o herida en la pata les causa mucho dolor y mucho sangrado. Además, esta sensibilidad les permite conocer la temperatura de la superficie por donde caminan, el estado del terreno y sus características.

7. Tienen garras retráctiles

Sus uñas suelen guardarse en una funda de cuero debajo de las almohadillas que evitan el desgaste y les permiten caminar tranquilamente. La queratina, de la que están hechas, las hace crecer. Solo las sacan cuando trepan o se defienden. Además, se rascan para mantener sus garras afiladas y listas para usar si la situación lo requiere. Por eso es importante proporcionarles rascadores para evitar que rayen los sillones o las cortinas de nuestra casa.

8. Prefieren una pata

Los estudios han demostrado que, al igual que las personas son zurdas o diestras, la mayoría de los gatos tienden a preferir una pata sobre la otra. Puedes comprobarlo jugando con tu gato con algo difícil de cazar, pondrá su pata preferida o dominante para ser más preciso y atrapar el juguete.

9. Gran flexibilidad

Sus patas son muy flexibles y capaces de trepar, ya que pueden usar sus patas traseras hacia adelante para trepar. Sin embargo, bajar es una historia diferente ya que sus patas delanteras no están preparadas para eso. Por eso les cuesta más bajar de lugares altos, e incluso a veces se atascan y necesitan ayuda para bajar.

10. El número de dedos puede variar

La mayoría de los gatos tienen 18 dedos, 5 en cada pata delantera y cuatro en cada pata trasera. Sin embargo, hay gatos que muestran polidactilia o más dedos de lo normal debido a mutaciones genéticas. Esto es más común en los gatos Maine Coon.

¿Por qué mi gato no me deja tocar sus patas?

A continuación, hablaremos de diferentes razones por las que un gato puede no querer que le toques las patas:

Dolor

Como hemos mencionado, los gatos tienen mucha inervación en sus patas y sus almohadillas. Aunque son resistentes a pesar de su apariencia, se pueden dañar. Cuando un gato pisa algo afilado, como una aguja, una chincheta o un clavo, sus vías nerviosas se activarán y el gato sentirá mucho dolor. Esto quiere decir que cuando quieras acercarte a sus patas, puede que las aleje o incluso te ataque para evitar más dolor con tu contacto.

Por lo tanto, si tu gato sigue rechazando que le toquen las patas y además presenta otros síntomas, como cojear o maullar, es probable que se haya lastimado la pata. Si este es el caso, es importante que lo lleves al veterinario lo antes posible.

Quieren protegerse

Los gatos esconden sus uñas dentro de sus patas cuando no las necesitan. De esta manera, protegen sus uñas para que no se rompan o dañen. Por lo tanto, si tu gato no confía en tus intenciones, es posible que no te permita tocar sus patas. Pueden alejar sus patas, huir o incluso atacarte para hacerte saber que te has comportado de manera inapropiada y los has hecho sentir incómodos.

Todavía no confían en ti

Otra razón similar es que no confían en ti o que tu vínculo aún no es lo suficientemente bueno. Este puede ser el caso si no es tu gato, quizás sea el gato de un amigo o el gato de tu pareja, o quizás lo acabas de adoptar y necesita más tiempo para acostumbrarse a ti y a su nuevo hogar.

En estos casos, primero querrá trabajar en su vínculo con ellos. Puedes hacer esto jugando con ellos, acariciándolos cuando están relajados y alimentándolos con deliciosa comida para gatos de alta calidad. Recuerda ser paciente ya que los gatos necesitan más tiempo para acostumbrarse a un nuevo compañero.

Trauma pasado

Si su gato sufrió un trauma en el pasado que involucró su pata, puede tener más cuidado al permitir que las personas se acerquen a él. Probablemente las protegerán más al recordar el dolor que sufrieron en el pasado. Si este es el caso de tu gato, simplemente necesitarás ser más paciente y tener en cuenta lo que pasó.

No lo acaricias bien

A los gatos les gustaba que los acariciaran de cierta manera. El tacto debe ser suave por lo que se debe evitar apretar, quedar rígido o cualquier movimiento brusco. Si los acaricias de otra manera, pueden sentir dolor o malestar. Comience poco a poco, acariciándolo suavemente en lugares donde a los gatos generalmente les gusta que los acaricien, como las orejas o el cuello. Y luego puedes acariciar suavemente su espalda, la base de su cola y eventualmente sus patas.

Obtén más información en nuestro artículo sobre los mejores lugares para acariciar a un gato.

Osteoartritis

Si su gato sufre de osteoartritis, puede tener más cuidado al permitir que le toquen la pata o que la toquen en general, ya que puede producir mucho dolor. Asegúrate de ser comprensivo si tu gato sufre esta enfermedad o cualquier otra que le cause dolor.

Habla con su veterinario y respeta sus límites. Una vez que se recuperen o reciban el tratamiento adecuado, es posible que puedas brindarles el cariño como lo hacías antes de que fueran diagnosticados.

Simplemente no les gusta ese tipo de cariño

Por último, es posible que a tu gato simplemente no le guste este tipo de afecto. Algunos gatos disfrutan de las caricias en ciertas áreas, mientras que otros no. En este caso, esto tiene más que ver con su educación y personalidad que con su vínculo contigo. Te sugerimos que simplemente los respetes y les brindes el cariño de la forma que más les gusta.

¿Cómo puedo hacer que mi gato me deje tocar sus patas?

Para lograr que tu gato te deje tocar sus patas, primero deberás asegurarte de tener un buen vínculo con él. Antes de intentar tocar sus patas, tu gato necesitará amarte y confiar en ti. También deberás asegurarte de que no tenga dolor, ya que no querrá que lo toquen si siente dolor. Si han tenido algún trauma en el pasado, necesitarán curarse antes de permitirle tocar un área tan sensible.

Si tu gato tiene problemas de comportamiento y es un desafío para ti vincularte con él, es posible que debas ponerte en contacto con un especialista en comportamiento felino. Dicho esto, echemos un vistazo a algunos de nuestros consejos para que tu gato te deje tocar sus patas:

  • Elige el momento adecuado: es mejor acariciar o sostener la pata de tu gato cuando está medio dormido o simplemente relajado. De esta forma, ya estará tranquilo e interpretará tu comportamiento como cariño.
  • Primero dale un poco de cariño: para que se relaje y entienda que solo le estás dando cariño, empieza por acariciarlo en sus lugares favoritos. A algunos gatos les encanta recibir cariño en la parte posterior de las orejas, a otros les gusta que les acaricien la nariz con delicadeza.
  • No toques la parte interior de su pata: cuando empieces a acariciarle la pata, empieza por la parte exterior, donde está su pelaje. Lo más probable es que te permitan acariciar esa parte de su pata, ya que no es tan sensible como la de adentro que tiene más receptores.
  • Ten paciencia: ten mucha paciencia y mantén la calma. Los gatos son muy atentos y pueden detectar tus sentimientos, por lo tanto, si estás nervioso o hiperactivo lo sentirán y les impedirá relajarse.
  • Acarícialo con delicadeza: comienza con caricias muy suaves y observa si lo acepta. Por lo general, los gatos realmente disfrutan de los rasguños más intensos en la parte posterior de las orejas o incluso en el cuello, pero no en las patas, así que mantenlo suave.
  • No lo fuerces: tómate tu tiempo y no fuerces a tu gato. Solo acaricia su pata si se siente cómodo con esto.

¿Por qué mi gato me deja tocar sus patas?

Como mencionamos anteriormente, las patas de un gato son un área extremadamente sensible de su cuerpo. Sus patas les permiten sentir diferentes texturas, vibraciones y presiones gracias a sus receptores, y es por eso que la mayoría de los gatos no permiten que extraños toquen sus patas. Es una parte muy importante y sensible de su cuerpo. Sin embargo, si tu gato te deja tocar sus patas, significa que te ama y confía en ti.

Esta pequeña acción realmente demuestra que has creado un gran vínculo con tu gato, ya que confía en ti lo suficiente como para permitirte tocar una de las áreas más sensibles de su cuerpo. Dicho esto, siempre debes acariciar o sostener sus patas suavemente para seguir teniendo su confianza y permitirle mantener la calma.

sábado, 5 de marzo de 2022

¿Por qué a mi gato no le gusta que lo acaricien?

Cada gato tiene su propia personalidad y eso es lo más interesante de estos animales. Algunos gatos simplemente quieren alejarse del mundo, sin ser aficionados a las caricias y mimos, mientras que otros pueden estar todo el día entre nuestros brazos. Muchas veces su desdén se debe a su particular naturaleza. Sin embargo, otras veces existen algunos obstáculos que se interponen en el camino del afecto de tu persona hacia tu mascota.

Es importante conocer estas posibilidades para evitar etiquetar al gato de antipático o escurridizo. A continuación, en te explicaremos por qué a tu gato no le gusta que lo acaricien, conociendo así los motivos del distanciamiento físico de tu querida mascota. Tal vez sea solo una criatura de gustos reservados.

 ¿Por qué a mi gato no le gusta que lo acaricien?

¿Por qué a mi gato no le gusta que lo acaricien?

La socialización del gato

Debemos entender que la crianza, la educación y la socialización van a ser pilares fundamentales de buena parte de la personalidad de los gatos. Los animales criados en un hogar lleno de amor en el que han sido acariciados constantemente desde su tierna juventud, serán mucho más receptivos al contacto humano.

Del mismo modo, si desde pequeños han convivido con otros felinos, probablemente serán gatos más sociables con los demás felinos. Si ha tenido una buena socialización y se ha acostumbrado a recibir cariño, se dejará acariciar y le gustará ser acariciado.

Sin embargo, los gatos que viven en ambientes abusivos, en la calle o que han sufrido algún trauma (por maltrato, abandono o enfermedad), serán mucho más aprensivos y se mostrarán más cautelosos ante cualquier tipo de caricia. Si tus congéneres nunca te abrazaron antes, probablemente no estarás muy emocionado de hacerlo ahora.

Si no conoces la historia previa de tu gato, siempre puedes intentar socializar a un gato adulto, sin embargo es un proceso largo y complicado, que vale la pena trabajar con un educador de gatos, especialista en etología felina.

Agresividad y comportamiento negativo

Si tu gato te muerde cuando lo acaricias, debes estar muy atento a este punto porque podemos tener a mano un gato con tendencia a la agresividad, un gato al que no le gusta que lo acaricien o simplemente un gato que no sabe jugar tranquilo y sin lastimar.

A algunos gatos les da asco el constante cariño humano y piden darle su espacio a otros les disgusta que les acaricies constantemente en determinados puntos del cuerpo, o mejor dicho, en el mismo punto:

Estudios afirman que acariciar continuamente una zona puede ser contraproducente provocando más sensaciones desagradables que agradables. La solución: no te quedes pegado en un mismo punto y acaricia todo el cuerpo de tu mascota. Si tu gato contrae las orejas o te araña la mano mientras lo acaricias en un lugar determinado, es la señal para detenerte y pasar a otra zona.

La mejor forma de conseguir la cercanía física de un gato es no insistir ni forzar en que se produzca la interacción, sino animarle a querer el contacto. Por mucho que tus intenciones sean correctas, evita arrinconar o acariciar en contra de su voluntad.

Comienza con lo básico: saluda, siéntate a su nivel, acércate y déjalo venir. Elige un momento en el que esté relajado y verás poco a poco que ganarás su confianza. Cuando te acerques y le pidas caricias, sorpréndelo con una recompensa o una palabra amable, tu gato asociará la proximidad con un momento positivo. A la primera señal de que no quiere más, déjalo ir. La libertad le generará seguridad y comodidad.

Miedos y traumas

Los gatos son animales muy sensibles y sensitivos que también sufren miedo. Sufren situaciones que les generan miedo, como fuegos artificiales, tormentas, sonidos fuertes, artefactos, personas extrañas o desconocidas y muchas otras situaciones. Hablamos de aprensión. El cerebro necesita estar atento y activo y las caricias representan una distracción y un momento de relajación. Muchas veces el solo acto de acariciarlos representa un susto y los pone ansiosos en momentos de estrés.

Lo mejor en ese caso, es tener paciencia con tu gato y la situación, no fomentar el contacto si no lo desea y dejar que sea él mismo que lo busque. Mantente presente pero no lo acaricies ni lo tomes en brazos, a menos que sea él quien te lo pida, deja que se acomode poco a poco. Él sabrá que estás aceptando sus términos, esto seguramente tendrá más y mejores efectos en el futuro.

Dolor y enfermedades

Puede ocurrir que a tu gato le duela algo y que no disfrute mucho con las caricias porque físicamente es muy sensible. Incluso las palmaditas relajantes o la presión suave pueden ser dolorosas. Si tu gato siempre ha sido muy cariñoso, y de repente cambia de carácter, puede ser que algo le esté haciendo daño, que tenga alguna herida o malestar interno. Si el cambio es drástico, lo mejor será llevarlo al veterinario para una revisión general.

martes, 15 de febrero de 2022

¿A los gatos les gusta que los acaricien?

Hace unos años, la revista Frontiers in Psychology confirmó lo que los padres de mascotas ya sabían: que la interacción positiva con los animales reduce el estrés en los humanos. Esta es una gran noticia para su salud y longevidad, pero si tienes un gato, puedes preguntarte si el sentimiento es mutuo. ¿A los gatos les gusta que los acaricien? ¿A los gatos les gusta que los abracen tanto como a nosotros nos gusta abrazarlos?

Si lo haces correctamente, la respuesta es sí. Muchos gatos, a pesar del mito común y persistente de que son distantes, agradecen el cariño de su gente. De hecho, acariciar y sostener a su gato ayuda a construir una relación amorosa entre los dos.

¿A los gatos les gusta que los acaricien?

¿A los gatos les gusta que los acaricien?

Acariciar a tu gato puede ser un asunto complicado. Es fácil interpretar mal las señales de un gatito y terminar tocándolo de manera incorrecta o en un lugar donde no le gusta que lo toquen.

Digamos, por ejemplo, que tu gato rueda por el suelo y expone su barriga. Esta es su forma de demostrar que confía en ti. Sin embargo, si tratas de frotar la barriga angelical de tu gato, probablemente responderá con un rasguño o un mordisco. Puedes pensar (con razón) que tu gato te odia, o que es su forma de decirte que no quiere que la acaricies en absoluto. En realidad, te está diciendo que simplemente no quiere que la acaricies allí mismo, ahora mismo. A algunos gatos les encanta un buen masaje en la barriga, pero debes abordarlo con delicadeza y solo cuando esté tranquilo y relajado.

En 2013, un estudio de la revista Physiology & Behavior fue ampliamente tergiversado como prueba de que acariciar a los gatos los estresa. John Bradshaw, director del Instituto de Antrozoología de la Universidad de Bristol, Inglaterra, asegura a National Geographic que fue algo en la vida de los gatos y no el acto de acariciar lo que contribuyó a la ansiedad del animal. (El experimento en realidad analizó cómo los gatos que viven solos experimentan el estrés de manera diferente a los que viven en hogares con varios gatos). Las caricias pueden consolar a tu gatito, así que adelante, acurrúcate.

Cabeza, Hombros, Mejillas y Nariz

Entonces, ¿en qué lugares les gustan las caricias a los gatos? La cabeza, la barbilla y el cuello suelen ser sus favoritos. Mientras que algunos gatos disfrutan que les toquen la cola, otros retrocederán e incluso experimentarán dolor por un golpe de cola. Tómatelo con calma, prestando mucha atención a las reacciones de tu gato a tu toque y siempre respetando sus preferencias.

Cuando te acerques a tu gatito, el truco más importante es permitirle tomar la iniciativa. Deja que tu gato huela tu dedo índice y toque su nariz contra él primero. Si quiere acurrucarse, empujará su cara contra tu mano y te dirigirá a sus orejas, barbilla o donde quiera que la acaricies. Ir despacio creará un ambiente más relajado y afectuoso. Si tu mascota comienza a empujarte con la cabeza o a frotar sus mejillas contra tu cuerpo, es una buena seña. Este comportamiento es la forma en que los gatos transfieren los olores de las glándulas de sus mejillas a su entorno querido y a los miembros de la familia.

Además de las caricias, ¿a los gatos les gusta que los carguen? Algunas veces. A la mayoría de los gatos les encanta acurrucarse y, por lo general, responden cuando los abrazas si se los presentas gradualmente. La mejor manera de acercarte a tu gato para darle un abrazo es comenzar con unas cuantas caricias suaves y luego levantarlo con cuidado. Asegura las cuatro piernas para que no cuelguen. Si se siente seguro en tus brazos, estará más inclinado a quedarse ahí. Si se retuerce y quiere escaparse, bájala suavemente e inténtalo de nuevo más tarde. Aprender a acurrucarse toma pequeños pasos (y ocasionalmente una sabrosa recompensa por no lastimarte los brazos al bajar).

¿Importa la raza? ¿Qué pasa con la edad?

Algunas razas de gatos son más receptivas a las mascotas y los abrazos que otras. El gato siamés, por ejemplo, es una raza juguetona y divertida que te exigirá atención, al igual que el cariñoso Ragdoll.

No te alarmes si tu gato se resiste a la atención física. Puede ser solo parte de su personalidad o educación. Si un gatito no se socializa con los humanos a una edad temprana, puede ser reacio a aceptar el afecto. Es posible que también necesite más persuasión si lo adoptas como adulto y no conoces su historia de fondo. Puedes aclimatar a tu gatito usando algunas de las estrategias anteriores, pero a algunos gatos simplemente no les gusta que los carguen, prefiriendo ser un gato acurrucado junto a ti en lugar de un gato faldero.

Construir confianza es un proceso gradual en cualquier relación. Cuando inviertes tu amor y afecto, serás recompensado con un mejor amigo felino (y tal vez incluso con un masaje en la barriga).

viernes, 15 de octubre de 2021

Cuatro lugares para acariciar a tu gato y un lugar donde no hacerlo

Cuatro lugares para acariciar a tu gato y un lugar donde no hacerlo

Si eres un dueño de mascotas observador, sabrás que existen puntos clave donde los animales del hogar amarán tus caricias, puntos neutros y puntos que es mejor evitar. Todos los animales son diferentes, y los gatos, ciertamente tienen sus propios gustos bien definido.

La mayoría de los dueños de gatos eventualmente se dan cuenta de eso por sí mismos, pero podrías ser una de esas personas cuyo gato tolera prácticamente cualquier cosa y quizás no te des cuenta que tu gato prefiere algunas caricias a otras, por eso te contamos cuáles son los cuatro lugares para acariciar a tu gato y un lugar donde no hacerlo.

Cuatro lugares para acariciar a tu gato y un lugar donde no hacerlo

Cuatro lugares para acariciar a tu gato y un lugar donde no hacerlo

¡No tocar!

¿Estás pensando en tocar un punto que a la mayoría de los gatos no les gusta, pero sí a la mayoría de los perros? Sí, hablamos de "frotar el vientre" ¿Por qué la diferencia? Si bien los perros generalmente están bastante seguros de su identidad como depredadores, incluso los perros pequeños parecen imaginar que son lobos realmente grandes y aterradores, los gatos deben tener más cuidado cuando están al acecho. Eso es porque son muy conscientes de que son depredadores y presas. Para un ratón, un gato es una eficaz máquina de matar. Para un coyote, un gato es el almuerzo.

Lo que esto significa para un gato es que siempre está mirando por encima del hombro a lo que podría estar detrás de él. Cuando un gato está luchando por su vida, no hay territorio tan importante que proteger como el vientre, ya que ahí es donde todos los órganos vitales son fácilmente accesibles. Un toque allí de un gato que no ha aprendido que no pretendes ningún daño desencadenará una maniobra defensiva. Las garras y los dientes salen, incluso si no están completamente enganchados.

Si bien algunos gatos pueden aprender a aceptar suaves masajes en la barriga, otros nunca lo harán. Honestamente, probablemente sea mejor ceñirse a los lugares que disfrutan los gatos, incluso si tu gato muestra su barriga todo el tiempo.

Rasca aquí, por favor

Los lugares donde los gatos disfrutan de ser acariciados son aquellos donde se concentran sus glándulas olfativas. Cuando tu gato se frota en ti o en la esquina de tu sofá, es su barbilla y su cabeza las que hacen el contacto. Cuando un gato hace eso, deja su olor en el objeto (o persona). Difundir su aroma lo hace feliz y contento, ya que hace que su entorno huela familiar. 

Cuando acaricias a un gato en estas áreas, lo haces sentir maravillosamente satisfecho. Y también lo estás ayudando a marcarte con su aroma especial, que lo hace aún más feliz. Entonces, ¿cuáles son estos puntos calientes?

  • Base de la barbilla. Frota suavemente a tu gato a lo largo de la parte inferior de la barbilla, especialmente donde la mandíbula se conecta al cráneo. Es probable que haga que el motor del ronroneo funcione con fuerza, mientras tu gato empuja hacia esta agradable caricia.
  • Base de las orejas. Al igual que el área debajo del mentón, este lugar es ideal para marcar con olor. Cuando tu gato se golpea la cabeza contra ti, esto se llama "banderines", te está marcando como suyo.
  • Mejillas detrás de los bigotes. Dale un golpe en este lugar y a menudo podrás hacer que tu gato muestre su placer con entusiasmo girando sus bigotes hacia adelante, como si dijera: “¡Más! ¡Más! ¡Sí, ahí mismo! "
  • Base de la cola. A esto lo llamo "trasero de ascensor". Una suave caricia por la espalda con presión en la base de la cola. ¡Repite, repite, repite!

Ábrete camino a través de estos puntos calientes de gatitos y el amor que compartes solo crecerá. Te habrás ganado tus rayas atigradas como acariciador de gatos, y tu gato te amará por eso.

jueves, 23 de septiembre de 2021

¿Por qué mi gato maúlla cuando lo acaricio?

El miau es una de las formas de comunicación características de los gatos. Este sonido tan típico de ellos tiene múltiples variantes, que dependerán de lo que nuestro gato quiera “decirnos”. Habrá gatos más o menos “habladores” y, entre los más inclinados a comunicarse de esta forma, tendremos la oportunidad de observar un amplio repertorio de sonidos.

Será nuestro trabajo aprender a interpretar el idioma felino y, por tanto, comunicarnos con nuestro socio. En este artículo explicaremos el significado de algunos de los maullidos más habituales. ¿Por qué maúlla mi gato cuando lo acaricio? ¡Descúbrelo a continuación!

 ¿Por qué mi gato maúlla cuando lo acaricio?

¿Por qué mi gato maúlla cuando lo acaricio?

Los maullidos de los gatos y su significado

Como hemos dicho, el maullido será una forma de comunicación muy importante para los gatos con más ganas de relacionarse con nosotros, pues este sonido se usa más en las relaciones con humanos que con otros gatos. Para responder a la pregunta de por qué un gato maúlla cuando es acariciado, primero debemos conocer los significados de los maullidos más comunes

Estos son los siguientes:

  • Hola: Es el típico maullido que emite nuestro gato cuando llegamos a casa o cuando nos conoce. Tendrá un tono alegre.
  • Petición: Es un maullido insistente y muy claro. Sobre todo si el gato quiere conseguir algo de forma muy intensa, para lo cual utilizará un tono elevado y no se detendrá hasta conseguirlo o desista (¡lo que suele ser raro!).
  • Sorpresa: Es un maullido breve, parecido a un “grito”, que producirá nuestro gato al ver algo que le interesa y agrada, como puede ser cuando nos acercamos con su comida favorita.
  • Celo: Si tenemos un gato sin esterilizar, cuando entre en celo, lo que puede pasar en cualquier época del año, emitirá maullidos en un tono muy alto, insistente y casi como un grito. Con la esterilización de gatos este comportamiento termina.
  • Conversación: hay gatos a los que les gusta especialmente interactuar con los humanos y son capaces de establecer un “diálogo” con nosotros, de modo que aúllan en “respuesta” a nuestros comentarios, pudiendo seguir la “conversación” durante minutos.
  • Llamada de atención: Cuando nuestro gato se aburre o necesita nuestro contacto, puede emitir un suave maullido, que quizás evoca aquel con el que el gato se comunica con sus crías.
  • Ubicación: recordando también la relación de la madre con su cría, nuestro gato puede maullar, en tono alto, cuando está encerrado en algún lugar o incluso si nos ha perdido de vista.
  • Ayuda: En ocasiones un gato enfermo o herido puede solicitar nuestra atención con un significado de maullido, que variará en función de su condición, pudiendo adquirir un tono más o menos grave y profundo.
  • No me gusta: cuando nuestro gato se encuentra en una situación que le molesta, emitirá un maullido de protesta. Es el que podemos escuchar cuando, por ejemplo, lo encerramos en el portabebé para ir al veterinario o, en algunos casos, cuando lo dejamos solo.

Acariciando a nuestro gato

Visto los significados de algunos de los maullidos más habituales, veamos qué pasa cuando tocamos a nuestro gato para poder saber por qué maúlla cuando lo acariciamos. Algunos gatos son reacios a estos contactos y por ello debemos respetarlos y nunca forzarlos. El patrón que podemos seguir para acariciar a un gato es el siguiente:

  • Cabeza: Los gatos aceptan, y los más cariñosos piden, caricias en la cabeza, hacia los lados, entre y detrás de las orejas y el cuello.
  • Parte trasera: También es una zona que les agrada, sobre todo hacia su final, antes del inicio de la cola. Algunos incluso reaccionan moviendo las patas delanteras como si “amontonaran”, comportamiento que recuerda a sus días de bebé, cuando realizaban esta acción al succionar para estimular la producción de leche.
  • Patitas: A los gatos no les suele gustar que le toquen los pies o las patas, son muy sensibles, por lo que es mejor evitarlos.
  • Vientre: Zona de alerta roja, la mayoría de los gatos no admiten tocar el vientre, ya que es una parte muy vulnerable de su cuerpo. Pueden reaccionar escapando o incluso agarrando la mano con las piernas o la boca.

Teniendo en cuenta el lenguaje felino y los aspectos que hemos explicado, veremos las razones por las que un gato maúlla cuando lo acariciamos.

Maullidos y caricias

Ten en cuenta que lo primero y más importante es conocer a nuestro gato para entender el significado de sus maullidos, ya que cada gato desarrollará su propio lenguaje con nosotros. Entonces, ¿por qué mi gato maúlla cuando lo acaricio? Por lo general, se debe a lo que podemos considerar una "retroalimentación".

El gato se siente cómodo con nuestras caricias y reacciona con maullidos de petición para pedir que continuemos. En ocasiones incluso emiten una especie de bip, señal de gusto y alegría, además del ronroneo que será típico en esta situación. Si dejamos de acariciarlo, es probable que maulle con más intensidad para pedirnos que continuemos, mientras nos frota con la cabeza y la espalda contra nuestras manos o piernas. En cualquier caso, aunque este es el comportamiento más común, los gatos no son una ciencia exacta y por eso debemos observar a nuestra mascota para determinar las claves de su comunicación con nosotros.

Recomendado

Compra todo para tus gatos con un regalo de 15 U$ en Tienda Mia

En Solo Gatos nos dedicamos de lleno a los gatos y a los dueños, esas personas gatunas que aman realmente a sus gatos y son capaces de recor...

Etiquetas Solo Gatos

2023 2024 Abandonados Abecedario Aburrimiento Accesorios Acicalar Actividades Actores Adiestramiento Adopción Adultos África Agresividad Agua Ahorro Ailurofobia Alaska Albinos Alemania Alimentación Alturas Amasar Amigos Amistad Amor Animales Anthony Hopkins Antonio Banderas Apareamiento Árboles Arena para gatos Argentina Arte Astrología Australia Autismo Automóvil Aves Avión Bacon Baño Barcelona BARF Batman Bebés Belleza Beneficios Besos Bigotes Blancos Boca Boda Bomberos Borges Bosque de Noruega Brasil Bricolaje Brujas Buenos Aires Bulgaria Búsqueda Caballos Cabras Café Caja de arena Cajas Cali Calicó Callejeros Calor Cama Cámara oculta Caminata Campana Canadá Cáncer Canción Caniche Enano Cantantes Caracal Características Carey Caricias Cariño Carne Carta Cartón Casa Caseta Castración Caza Celebridades Celo Cerdos Cerebro Charles Bukowski China Chirrido Chocolate Ciego Ciencia Ciervo Cine Clima Cocina Cola Collares Colombia Colorear Colores Comercial Comida Cómo hacer Comportamiento Comprar Comunicación Conejillos de Indias Conejos Confianza Consejos Contras Corea del Sur Cornish Rex Correa Costa Rica Costo Creencias Cuadros Cucarachas Cucha Cuentos Cuidados Cultura Cumpleaños Cupcakes Curiosidades Datos Dc Comics Decoración Deporte Depresión Descanso Descargar Desungulación Desungular Día del animal Día del gato Día Internacional del Gato Dibujos Dientes Dinamarca Dinero Discapacidad Disfraces Disney Divertido DIY Documental Doja Cat Dormir Ducha Dueños Edad Educación Egipto Ejercicio El Gato con Botas Embarazo Emociones Empresas Energía Enfermedades Enojo Entrenamiento Entretenimiento Envenenamiento Equilibrio Erizo Erizos Errores Escritores Escuela Escultura Esmoquin Espacio España Espiritual Estados Unidos Estambul Estatua Esterilización Estudios Europa Experimentos Exterior Famosos Felinos Feromonas Filipinas Flow Fobia Fondos de pantalla Fotografía Fotos Francia Freddie Mercury Frida Kahlo Frío Fruta Fuego Fuegos Artificiales Fútbol Gatitos Gato árabe de arena Gato Bengalí Gato de angora Gato Manul Gato Montés Gato montés salvaje chino Gato oriental Gato persa Gato Somalí Gatos Gatos Mascotas Geek Gestación GIFs Gigantes Golosinas Graffiti Granada Grandes Granja Grumpy Cat Guerra Guía Habitación Halloween Hawái Hawaii Hazlo Tú Mismo Hembra Hidratación Hierba gatera Higiene Historia Historias Hogar Holanda Hombres Hong Kong Hongos Horóscopo Hospital Humor Ideas Iguana Imágenes Imprimir Incendio Influencer Inglaterra Insectos Instagram Inteligencia Inteligencia Artificial Interior Internet Intoxicación Inventos Invierno Irlanda Italia Japón Jardín Jared Leto Jaula Juegos Juguetes Karen Karl Lagerfeld La Sierenita Lamer Laptop Leche Lengua Leones Letonia Leyendas Libros Limpieza Lince Literatura Lluvia Londres Los Ángeles Los Simpson Lugares Macho Magia Maine Coon Malasia Maltrato Mandalas Manicura Manualidades Mapache Marvel Mascotas Maternidad Matrimonio Maullido Medicamentos Memes Memoria Merchandising Mestizos México Michi profesiones Michis Miedo Místico Mitos Moda Monos Monumento Mordedura Moto Muebles Muerte Mujeres Munchkin Música Naranja Nariz Navidad Negros Netflix New York Nikola Tesla Niños Noche Nombres Noticias Ocio Oído Ojos Olfato Olor Orejas Origen Orina Otoño Países Países Bajos Pájaros Panceta Panteras Paranormal Parásitos Paris Parodia Parto Paso a Paso Pasteles Patas Pelea Películas Peligros Pelo Peluquería Pene Perdidos Perros Personalidad Personas Peso Photoshop Piel Pienso Pintar Pintura Piscina Plagas Plantas Poema Policía Polonia Poopshkin Precauciones Presentación Primavera Problemas Productos Prótesis Proyectos Psicología Pub Publicidad Puertas Pulgas Qatar Queen Ragdoll Rascadores Ratas Ratones Razas Recetas Reciclaje Record Guinness Records Guinness Redes Sociales Reencuentro Reflexión Refugios Regalos Reina Isabel II Religión Remedios Reproducción Rescatar Ricos Rock Roedores Ronroneo Ropa Rusia Ruso Azul Rutinas Saltar Salud Salvajes San Valentín Santuario Sarna Scottish Fold Segunda Guerra Mundial Seguridad Seguro Selfies Series Serval Sexo Siamés Significado Sillones Smoking Sobrenatural Sociabilidad Sofá Sol Soldados Solo Gatos Sonido Stray Sudáfrica Sueño Sueños Super Héroes Supermercados Superstición Suricato Tabby Tailandia Tazas TEA Tecnología Televisión Temperatura Tendencia Terapia Terremoto Territorio Tiempo Tienda Tierno Tigres TikTok Tips Titanic Tocino Tokio Toronto Tortas Toxoplasmosis Trabajo Tren Trino Trucos Turismo Turquía Tutorial Tuxedo Twitter Ucrania Uñas Van Gogh Vaquita Varios Vegetales Ventajas Verano Verduras Vestidos Veterinario Viajar Viajes Video Videojuegos Videos Vietnam Viral Visión Vocalizaciones Zodíaco Zoológico