Imagina que entras a tu casa tras un largo día... y tu gato, al escucharte, gira la cabeza con atención apenas percibe el tono de tu voz. ¿Por qué sucede eso? Un estudio realizado por la Universidad de París Nanterre aporta una clave fascinante: los gatos prestan más atención cuando se les habla con una voz infantil, como si fueran bebés humanos.
En este artículo descubrirás cómo se llevó adelante este hallazgo, por qué nuestra voz influye tanto, y qué puedes hacer para fortalecer tu vínculo felino desde lo cotidiano.
Nuevo estudio revela que los gatos son más receptivos cuando se les habla como si fueran bebés
¿Quién lo hizo?
Investigadores de la Universidad de París Nanterre, liderados por Charlotte de Mouzon.
¿Cómo lo probaron?
Usaron oraciones grabadas, pronunciadas por los dueños de 16 gatos y también por voces desconocidas.
Las voces variaron entre tonos: normal para adultos, infantil (voz de bebé), y lenguaje habitual adulto.
Observaban la reacción felina: atención, movimiento de orejas, pupilas dilatadas, disposición corporal
¿Qué encontraron?
Los gatos casi no reaccionaban a voces extrañas, sin importar el tono.
Pero 10 de los 16 gatos sí prestaron notable atención cuando su dueño habló en tono infantil.
Esto sugiere que no es solo el tono, sino también la familiaridad de la voz lo que genera respuesta positiva.
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Una voz que despierta su interés
Las voces agudas e infantiles pueden percibirse como más suaves, cercanas y con mayor carga emocional. Esto capta la atención de los gatos, un animal con sensibilidad auditiva fina.
La confianza de la voz conocida
El reconocimiento de la voz del dueño es clave: los gatos reaccionan más a ella que a cualquier otra. Al escuchar ese tono cariñoso y familiar, se sienten vistos y escuchados.
No hay nada de vergüenza... ¡es parte del vínculo!
Charlotte de Mouzon afirma que “los dueños no deberían sentirse avergonzados por hablar así; yo también les hablo a mis gatos como si fueran bebés, y ellos responden. Puede ayudar a reforzar el vínculo”.
Cómo adaptar esta técnica en tu rutina diaria
Dale un tono amoroso, no artificial
No hace falta exagerar. Basta con entonar tus palabras con una voz suave, más aguda, cálida y pausada.
Habla desde la cercanía emocional
Háblale como si fueran compañeros cercanos: “¿Quién es mi peludito?”, “¿Querés un mimo?”, “¿Qué hacés, cosito lindo?”. Esto no lo confunde; le indica que le estás hablando a él.
Observa y ajusta
Cada gato es distinto. Si tu minino se acerca, relaja su cuerpo, entorna los ojos o busca contacto, vas por buen camino. Si no reacciona, no insistas con volumen excesivo—sino, intuye que ese tono no le resulta cómodo.
Qué opinan otros dueños (¿hay consenso?)
En Reddit, muchas personas comparten experiencias afines. Por ejemplo, una usuaria señaló:
“Los gatos distinguen muy bien la voz de sus dueños… La voz de bebé hace que sea aún más fácil para ellos saber que les estás hablando.”
Otra comentó:
“Los estudios también confirman que los gatos distinguen muy bien la voz de sus dueños de la de los extraños.”
La mayoría coincide: no hay nada que perder, y sí hay mucho cariño por ganar.
¿Y tú? ¿Cómo le hablas a tu gato?
Tu estilo es único. ¿Le das mimos con voz suave? ¿Alguna frase especial que siempre funciona? Comparte, ¡a todos nos encanta descubrir nuevas formas de comunicar afecto!