Los gatos domésticos suelen estar más
acostumbrados a vivir a cierta temperatura. Muchos dueños, en un intento por
ahorrar energía y dinero, pueden apagar el aire acondicionado o la calefacción
al salir de casa ya que no van a estar en casa, y lo vuelven a encender al
llegar. No se dan cuenta de que su mascota sigue en casa mientras ellos están
fuera. Cuando la temperatura exterior alcanza temperaturas muy altas, puede ser
perjudicial para el gato. Tanto los gatos como los perros usan el jadeo para
refrescarse pero, a altas temperaturas, el jadeo se vuelve mucho menos eficaz.
Igual que el calor, en invierno es importante
mantener una temperatura estable. Si posees calefacción que funcione con propano o
butano, tendrás que estar atento a que no se acabe la bombona de
butano o propano mientras tú estás fuera de casa.
Consejos
para cuidar a tu mascota
Como hemos comentado, el gato se refresca
jadeando, que consiste en intercambiar el aire caliente que contienen sus
pulmones con el aire fresco del exterior. Esto no se puede hacer cuando el aire
exterior también es caliente y húmedo como puede ser en zonas como Madrid. Esto
puede provocar que tu mascota tenga un mayor riesgo a sufrir estrés.
Mover ráfagas de aire frío con el ventilador o
dejar el aire encendido a una temperatura determinada ayudará a nuestra
mascota.
La temperatura ideal para los animales va de los
21 a los 26 grados. Los mejores sitios para que esté tu mascota es el sótano,
si dispones de uno, ya que es la zona más fresca.
Es importante que dispongan de agua dulce ya que
el calor puede hacer que sufran una deshidratación.
Los gatos ancianos, con sobrepeso o con
enfermedades cardíacas o pulmonares son más vulnerables a la insolación. Los
gatos son más proclives a sufrir un sobrecalentamiento ya que tienen el hocico
corto.
Una manera de ver si su mascota necesita
refrescarse es ver si se va acercando al flujo de aire acondicionado. Si se va
acercando a sitios donde da el sol, es que tiene frío. Suelen ser más
resistentes que los perros al calor.
Antes de irte, asegúrate de que tu mascota
dispone de agua fría y un sitio fresco para pasar el rato que esté solo. Puedes
echar hielos en el agua para que se mantenga fresca, pero no muchos. Algunos
gatos, incluso, prefieren el agua en movimiento por lo que puedes poner
fuentes.
En lugar de apagar el aire acondicionado,
mantenlo a una temperatura estable (sobre los 23 grados).
Deja que tu mascota tenga acceso a las
zonas de la casa que son más frescas y coloca cortinas para que se reduzca un
poco el calor.